A la edad de doce años, cuando los chicos sueñan con Legos y Scalextrix, el suizo Andrea Oliva aka DJ Andrew soñaba con poseer sus propios Technics. Desde entonces Andrea solo ha tenido una cosa en la cabeza: vinilos girando sobre platos. Muy pronto empezó a entrenar diariamente en la tienda de discos, a los 14 ya tocaba delante del público. Dos años después ya era residente de un club donde compartiría cabina con artistas del nivel de Little Louis Vega, Mousse T, Ian Pooley, David Morales, Carl Craig y Derrick May entre otros… A continuación vendría el dominio absoluto de la escena electrónica suiza con diversas residencias que se extenderían a Ibiza.

Pero Andrea no solo pincha, también es dueño junto a Agi Isaku de uno de los sellos más importante de su país, Banditz, y se ha convertido en un maníaco del estudio de grabación, sacando sus primeras referencias para el sello Joia. Fichado por Steve Lawler para su sello Viva, hoy es uno de los máximos exponentes de Cadenza.

Huelga decir que la dedicación de Andrea a la escena underground le ha dado un amplio apoyo; 2017 no muestra signos de desaceleración para este talento suizo italiano…Andrea Oliva es un valor seguro.